10/11/15

4 imprescindibles para ejercitarte si tienes diabetes


4 imprescindibles para ejercitarte si tienes diabetes

Univision.com.-Por Jimena Guarque

Es posible ejercitarse en cualquier sitio, en tu casa, al aire libre o en un gym. Por supuesto, el club deportivo es ideal por el ambiente seguro que implica y las muchísimas opciones de entrenamiento e instructores que pueden asesorarte.

Como sea, lo importante es mantener, donde sea, una rutina física que te dará mayores beneficios de salud, cuidando que las condiciones de seguridad sea las adecuadas.

Aunque se vuelva parte de tu rutina, hay cosas que por tu seguridad nunca debes olvidar.

Aquí el check list obligatorio si sufres de diabetes, de acuerdo con las investigaciones más recientes. 

1. Haz una rutina combinada

Combinar cardio y resistencia es perfecto para ti. Pasar 45 minutos en una bici estacionaria te beneficia más que hacer sólo pesas, pero combinar 30 minutos de natación o carrera con 30 minutos de ligas y mancuernas, por ejemplo, durante una hora, tres veces por semana, puede hacer que reduzcas hasta 1% tus niveles en la prueba de hemoglobina A1C (casi el doble de lo que lograrías haciendo sólo una de esas actividades).

Estas son las conclusiones de un estudio realizado por las universidades de Calgary y Ottawa. La reducción no es menor: se traduce en 15 a 20% menos riesgo de infartos y en 40% menos probabilidades de complicaciones en los ojos o los riñones. Tómalo muy en cuenta.

2. Avisa que tienes diabetes

Todo gimnasio serio te hará un cuestionario sobre tu salud cuando te inscribas (es mejor uno con servicio médico). Menciona el tipo de diabetes que tienes y los medicamentos que tomas. Además:

Siempre porta tu placa o identificación de diabético.

Infórmale a tu entrenador sobre posibles complicaciones y cómo proceder en caso de que presentes síntomas extraños (como sudar demasiado, sentirte nervioso o confuso).

Si tienes presión alta, eres fumador o tienes otros problemas de salud, coméntaselo a tu instructor.

Si llevas medicamento, explícale al personal del gimnasio que está en tu locker junto con las instrucciones de cómo suministrártelo. Si puedes, asegúrate de que alguien de tu confianza pueda abrir tu casillero en una situación de emergencia.

3. Lleva tu equipo de medición


¿No estás acostumbrado a hacer ejercicio? ¿Cambiaste de rutina y usas medicina para reducir la glucosa (pastillas o insulina)? Es importante que midas tus niveles antes, durante y después del entrenamiento para ver cómo respondes. Poco a poco te irás conociendo mejor. Hay entrenadores certificados que te pedirán esta medición antes de empezar el ejercicio.

Si haces entrenamientos largos (por ejemplo subirte una hora a la caminadora o entrar a una clase de zumba) existen medicamentos que te permiten no interrumpirlos. La insulina basal tiene la ventaja de que una sola inyección de una pluma flexible provee una liberación estable durante 24 horas.  “Ésta tarda una hora y media en hacer efecto y evita los picos. Sin embargo, hay que cuidar que las cifras no se eleven después de los alimentos”, explica la doctora Ixchel Vázquez, quien es miembro de la Asociación Mexicana de Diabetes. Pregúntale a tu médico sobre esta opción.

4. Siempre, siempre, carga una colación

Para tener energía durante el ejercicio, cómete un snack de carbohidratos complejos una hora o dos antes de empezar (medio bagel sin mermelada, por ejemplo). Si vas a hacer ejercicio extenuante, como una clase de alta energía, tal vez necesites más (medio sándwich de pollo y un vaso de leche). “Acuérdate de que si antes de entrenar tienes menos de 90 mg/dl de glucosa, presentas riesgo de hipoglucemia. De igual manera, si tienes más de 200 mg/dl no puedes hacer ejercicio, pues tu organismo generará más glucosa para poder hacer funcionar los músculos”, advierte Vázquez. Si notas que durante las siguientes dos horas posteriores al entrenamiento bajan mucho tus niveles, toma una bebida azucarada (6 onzas).

No adoptes dietas diseñadas por los entrenadores ni suplementos sin la valoración de un nutriólogo y la aprobación de tu doctor.
 

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